“A mí me mintieron durante 21 años”

Lo declaró Jacobo “Yaco” Furman en el juicio por las irregularidades en la investigación del atentado a la AMIA. También dio su testimonio su esposa, Graciela Linial. Uno de sus hijos, Fabián, trabajaba en la mutual y murió el día del ataque. La pareja forma parte de la querella de la asociación Familiares, amigos y sobrevivientes del atentado 18J.

En el juicio por las irregularidades en la investigación del atentado a la AMIA, Jacobo “Yaco” Furman y su esposa Graciela Linial recordaron ayer a Fabián, su hijo. El joven tenía 30 años y, como su hermano Adrián, trabajaba en la mutual cuando la explosión derrumbó el edificio. Adrián sobrevivió. “Escuché el silencio”, dijo Graciela cuando recordó que corrió varias cuadras hasta llegar al edificio. Antes Yaco también habló de esa corrida. Coincidieron: cuando en el negocio de un familiar, a media cuadra de la AMIA, se encontraron con Adrián, pensaron que era cuestión de esperar. Después de siete días les entregaron el cuerpo sin vida de su otro hijo.

Jacobo fue el primero que ocupó un lugar frente a los jueces del Tribunal Oral Federal 2. Contó que desde 1997, cuando empezó a participar en las reuniones de familiares, solo estuvo una vez reunido con Juan José Galeano. Es el ex magistrado que investigó el atentado durante los 10 primeros años. Ahora está acusado por construir una versión falsa sobre el atentado. Hoy en la sala AMIA, en los tribunales penales de Comodoro Py, Jacobo se volvió a cruzar con Galeano.

Recordó que en esa primera reunión fue poco lo que le entendió al entonces juez: “Hablaba con muchos términos judiciales”, dijo. Pero sí tuvo claro que Galeano les negó que existiera un pago. Se refirió así al centro de la acusación que pesa sobre el ex juez. En este juicio Galeano está acusado de gestionar que Carlos Telleldín -el último tenedor de la Trafic que se habría utilizado para el atentado- recibiera 400.000 dólares de la SIDE para involucrar con datos falsos a un grupo de policías de la Bonaerense. Cuatro ex policías que, finalmente, resultaron desvinculados en el juicio por el atentado (después de estar 8 años detenidos).

Desde que perdió a su hijo, es la tercera vez que Jacobo se encuentra con Galeano. La segunda fue en el jury que lo apartó de su cargo. “A mí me mintieron durante 21 años”, dijo. Más adelante, Graciela volvió a hablar de la confianza traicionada. Ambos contaron que durante los primeros años de la investigación tuvieron un trato más “familiar” con el ex comisario Jorge “Fino” Palacios, designado en 1997 al frente de la Dirección de Unidad de Investigaciones Antiterrorista (DUIA), y con los entonces fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia. “Confiábamos en ellos”, dijo Graciela y lo lamentó.

 

Próximos testigos

 

Al igual que Olga Degtiar, que declaró la audiencia pasada, Graciela y Yaco integran ahora la querella de la asociación Familiares, amigos y sobrevivientes del atentado 18J. En el juicio por el atentado, que se llevó a cabo ante el TOF 3 entre 2001 y 2004, los Furman formaban parte de la querella del Grupo de familiares y amigos de las víctimas, la cual se unificó con la de AMIA y DAIA.

Ambos testigos también hablaron de confianza cuando recordaron que, durante los primeros años de la investigación y aún en el juicio por el atentado, los asistió un abogado de las entidades judías. Hoy, los familiares de 18J, ya desligados de las instituciones comunitarias, repudian el rol de los dirigentes en el encubrimiento. En este juicio, las tres querellas de familiares acusan al ex presidente de la DAIA, Rubén Beraja, del delito de peculado, por conocer y consentir el pago a Telleldín.  

El Tribunal informó que las audiencias se retomarán el miércoles 23 de diciembre, con las primeras declaraciones de los familiares de la querella de Memoria Activa.

 

 

Débora Malamud/Milva Benitez/RA