Su detención se produjo porque, entre los escombros de la AMIA, los investigadores aseguraron haber encontrado el motor de la Trafic a su nombre que voló la sede. Por entonces, Telleldín se dedicaba a la compra-venta de autos robados, que sacaba al mercado con la identificación de otros siniestrados. Ocho días antes del atentado, recibió un llamado desde un teléfono de Alberto Jacinto Kanoore Edul.

 

 

Por qué a juicio

Enfrenta este debate oral procesado como partícipe necesario del delito de peculado, ya que recibió el pago de los cuatrocientos mil dólares provenientes de fondos públicos al resguardo de la Side, por el que cambió su declaración e involucró falsamente al grupo de cuatro policías.

En el juicio por el atentado, que declaró la nulidad de lo actuado por Galeano en relación a los policías de la Bonaerense, Telleldín se jactó de sus actividades delictivas. Dijo que contaba con la custodia de un comisario de la policía federal para su camión de mercadería robada, que arregló una causa judicial por “300 lucas” y que regenteaba prostíbulos, con la venia policial.

 

Dato

Estuvo una década preso por su vinculación con el atentado. Durante ese tiempo estudió y se recibió de abogado.

 

Relaciones

Es hijo de Raúl Pedro “el Turco” Telleldín, un ex policía  y represor de Córdoba durante el gobierno de Isabel Perón y la dictadura militar, al que se atribuyen atentados con bombas, secuestros y homicidios por motivos políticos. Desde octubre de 1975 su padre fue jefe del Departamento de Informaciones (D2) de esa provincia, donde junto al represor condenado, Héctor Vergéz, fue uno de los creadores del Comando Libertadores de América, versión cordobesa de la Triple A.

En la página del estudio jurídico Telleldín & Asociados informa que asesora empresas, entre las que cuenta una cadena de 130 supermercados chinos (Luna), en Buenos Aires y Capital Federal y agencias de automotores en San Justo, Castelar, Morón, Pilar y Capital federal. TAmbién enumera causas “con repercusión pública” en las que intervino. Entre ellas, como defensor de Alicia Di Tullio, la pareja y delatora de uno de los acusados en lo que se conoció como el robo del siglo en el Banco Río; como defensor del sacerdote Julio Grassi en la causa en la que fue condenado por los delitos de abuso y corrupción de menores; y de Felipe Romeo, a quien presenta como “jefe de la Triple A”.