Una visita y un llamado determinaron en gran parte el desvío del curso de la investigación del atentado que le quitó la vida a 85 personas e hirió a más de 300. También dieron inicio a la causa que ahora tiene en el banquillo, entre otros acusados, al ex presidente Menem, señalado por ordenar interrumpir la investigación que llevaba a Alberto y a Alberto Jacinto Kanoore Edul, padre e hijo. Su familia y la presidencial tenían vínculos en Siria, y los mantuvieron en la Argentina.
A partir de escuchas telefónicas registradas el 1° de agosto de 1994, en una de las tres líneas intervenidas de la familia Kanoore Edul (sus transcripciones fueron desclasificadas en 2005), se infiere que Kanoore Edul padre fue a la casa de Gobierno, después de conocer la orden de allanamiento ordenada por el juez Galeano un día antes, sabiendo sobre la inminente concreción de los mismos en sus domicilios del barrio porteño de San Cristóbal.
En los escritos con los que se procesó al ex presidente, se establece que luego de su visita a la Casa Rosada, Kanoore Edul se habría comunicado por vía telefónica a la Dirección General de Audiencias de la Presidencia, a cargo de Munir Menem, el hermano del entonces presidente. Las gestiones se habrían traducido en un llamado al hoy también imputado juez Galeano para ordenar ilegalmente que detuviera esa línea de investigación, con el fin de evitar que la familia Kanoore Edul y su entorno -entre el que estaba el agregado cultural Iraní, Mohsen Rabbani-, fueran sometidos al proceso penal.