Los allanamientos frustrados

El 31 de julio de 1994, el juez Galeano había ordenado una serie de allanamientos en las propiedades de la familia Kanoore Edul, por haberse detectado una llamada a Telleldín pocos días antes del atentado. Todos los lugares a allanar estaban sobre la calle Constitución (en el 2633, 2695 y 2745), en el barrio de San Cristóbal. Los operativos debían hacerse en simultáneo y de forma sorpresiva. Al frente de ellos estaban los policías federales Carlos Castañeda y Jorge “Fino” Palacios. El primero era titular del Departamento de Protección del Orden Constitucional; el segundo era el jefe en la División Operaciones Federales de Drogas Peligrosas, también de la Policía Federal, y era el hombre de confianza en Tribunales y de Galeano.

El día en que debían realizarse los allanamientos, los efectivos llegaron al lugar varias horas antes. Se dejaron ver ahí desde las 8 de la mañana y diluyeron el efecto sorpresivo. Más de dos horas y medias después, Palacios llamó a dos líneas telefónicas de los domicilios de los Kanoore Edul que iban a allanar. Eran las únicas de esos domicilios que no estaban intervenidas. El primer allanamiento se hizo a las 17:20, el segundo a las 19:30. El tercero nunca se realizó.

En la casa de Constitución 2695 se secuestró una agenda en la que estaba la dirección de Mohsen Rabbani: “SURAMI YOUSSEF – MEZQUITA – RABBANI – SAN NICOLÁS N° 674 –AV. RIVADAVIA 3984 13 P. DTO H. CAP”. En la misma agenda también figuraban los datos de once talleres mecánicos. Ese material fue secuestrado durante el allanamiento, al menos, así consta en las escuchas:

Policía 1: Acá está PALACIOS

Palacios: Hola...

Policía 2: Una pregunta, te interesa la chequera?

Palacios: No. Las AGENDAS, me interesan.

Policía 2: Nos llevamos las agendas y hay unos cassettes grabados.

Esa agenda fue entregada a Galeano un año después del allanamiento. El magistrado ordenó analizarla en profundidad recién en el año 2000, y en 2001 pidió peritajes caligráficos. La averiguación de los datos de los talleres también habría sido demorada durante varios años, según consta en el procesamiento.​