El debate por el encubrimiento del atentado a la AMIA comenzó este jueves: son 3990 días después del 2 de septiembre de 2004, cuando el Tribunal Oral Federal 3 anuló la investigación del ex juez Juan José Galeano y ordenó que se investigue a los responsables del encubrimiento. Hay trece imputados, entre los que está el ex presidente Carlos Menem, el propio Galeano, dos ex fiscales, un dirigente de la colectividad judía y la cúpula de la SIDE menemista. “Este juicio es una contradicción en sí misma: estamos contentos porque comenzó, pero nunca debió haber sido”, resumió a Infojus Noticias Débora Malamud, la hija de Andrés, una de las 85 víctimas del atentado.
Una semana antes de que comenzara el juicio, alguien le hizo llegar a Sergio Burstein un VHS que nunca había visto. “Ahí me encontré con mi hijo hablando en un festival enorme que se hizo en Obras Sanitarias, cuatro meses después del atentado. Yo no estuve, no lo había visto”, contó. Mariano estaba por cumplir 20 años, y su hermana Romina 18, cuando la explosión les quitó a su mamá, Rita Worona.
“Lo edité y les mandé una copia a Romina y otra a Mariano”, contó Sergio. “Les dije que para mí este video es una metáfora de este juicio: más allá de los años todo aparece. Todo lo vamos a saber. Alguien dejó algo en el fondo de una caja y apareció. Este juicio es esa caja”, ejemplificó a Infojus Noticias.
“En el otro juicio fuimos el pato de la boda. Creíamos a rajatabla. El juez, los fiscales, las instituciones de la comunidad, sabían, no era solamente Beraja”, explica al recordar el debate anterior y cómo llegaron ellos allí. Sobre el debate que comenzó este jueves explicó que llegó “con sensaciones mezcladas”. “Necesito que paguen por negarle la posibilidad de justicia y dignidad a nuestros muertos”. Para él, en la lista de acusados faltan otros.
“El juez Claudio Bonadio es responsable de que hoy todos tengamos cinco años más sin justicia, porque durante ese tiempo cajoneó la investigación del encubrimiento, hasta que fue apartado. Lo mismo corre para el fiscal Guillermo Marijuan, que cuando vio el video con el pago a Carlos Telleldín para desviar la investigación entendió que no había delito”, explicó.
En la lista también incluye al ex juez y camarista Gabriel Cavallo que en 1997 cerró en cuatro meses la primera causa por las irregularidades en la investigación.
Diana Wassner de Malamud, referente de Memoria Activa, habló con Infojus Noticias el día de la audiencia. Su esposo, el arquitecto Andrés Malamud, murió en el atentado. Este es el segundo juicio vinculado a esa ausencia que la lleva un estrado judicial. Este, el del encubrimiento, es para ella y sus hijas, Débora y Astrid, “muy diferente”.Diana resalta que en esta oportunidad “los que van a juicio hoy son los que tenían que investigar, son los que en el juicio pasado estaban del otro lado de las sillas. Esto es la vergüenza de lo que ocurrió”.
Débora tenía 5 años cuando estalló la bomba. Unos años después, cuando tenía 8 o 9 e iba a la escuela primaria, en una clase de Lengua le pidieron escribir palabras que tuvieran palabras con “mb y mp”, la primera que le surgió poner fue "impunidad". “Esa palabra circulaba en mi casa todo el tiempo junto a otras como ‘Beraja, Galeano, Menem, corrupción, discurso, encubrimiento, acusados’, contó.
El jueves en los pasillos de los tribunales Comodoro Py se cruzó con varios de esos nombres que tenía aprendidos desde chica. “No recuerdo bien si los habré cruzado en el pasado. Probablemente a Rubén Beraja sí. Honestamente, me generó repulsión verlo saludar afectuosamente al ‘Fino’ Palacios, a los ex fiscales y a los demás como amigos de toda la vida, lo que confirma, como digo últimamente, que son socios del mismo club: el de la impunidad”.
Rosa desea que se haga justicia, pero prefiere no hacerse expectativas. El debate anterior fue una nueva herida para ella. “Teníamos muchísimas expectativas y salió todo al revés”, contó a Infojus Noticias. En ese juicio fue una de las primeras testigos en declarar y contar lo que vivió el 18 de julio de 1994. El día que la onda expansiva le arrancó de la mano a su hijito, Sebastián, de cinco años, para siempre.
Conoce a muchos de los imputados personalmente. Compartió con ellos horas, charlas. Como con Galeano o los ex fiscales de la causa, Eamon Mullen y José Barbaccia, ahora también imputados en el debate. O con el ex comisario Alberto “Fino” Palacios, otro de los acusados. Fue durante los primeros años de la investigación. “Yo sentía que ellos estaban de nuestro lado, les tenía muchísima confianza, y en realidad nos usaron, nos defraudaron. Nos mintieron en la cara con muertes y no les importó”, agregó.
Con un tono de hablar cálido y pausado, Rosa explica que llevar a los responsables del encubrimiento a juicio “fue muy duro”. Y que justicia recién va a haber el día que se los condene. “Espero que sea distinto al juicio anterior que teníamos todas las expectativas y de pronto nada. Por eso pongo mis reparos. Espero que no pase de nuevo”, agregó.
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