Hubo una nueva audiencia por el encubrimiento del atentado a la AMIA

Empezó puntual a las 10 en la sala AMIA de los Tribunales Federales de Comodoro Py. Se le tomó declaración testimonial a Jorge Lew, familiar de la asociación Memoria Activa: su hijo Agustín murió el día del ataque. Las audiencias seguirán con los testimonios de dos ex policía de la Bonaerense.

El Tribunal Oral Federal N°2 dio hoy inicio a una nueva audiencia del juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA, con el testimonio de Jorge Lew, integrante de la agrupación de familiares Memoria Activa. “Soy el papá de Agustín Diego Lew, asesinado el 18 de julio de 1994 y viudo de Norma Lew, rescatada de entre los escombros”. Así comenzó su relato cuando fue interrogado sobre su vinculación con la causa. 

Agustín, de 21 años, trabajaba en la mutual judía en el área de computación del sector sepelios. Su cuerpo fue encontrado dos días después de la explosión, el 20 de julio. Norma, madre de Agustín, estaba a cargo de la dirección de servicios sociales de la AMIA y fue la última persona en hablar con su hijo: “Mamá, en un rato tomamos un café”, recordó Jorge. Norma sobrevivió al ataque que le provocó severas heridas. Tras múltiples operaciones, se recuperó y comenzó a reunirse con otros familiares de las víctimas con los que formó la asociación Memoria Activa. Ella fue su primera presidenta hasta que, seis años más tarde, falleció de cáncer. Hoy Jorge es el tesorero de la organización y según contó hoy “es la única manera de poder seguir adelante”.

Jorge recordó cómo comenzó la búsqueda de justicia de los familiares, quienes se reunían todos los lunes en Plaza Lavalle frente a los “tribunales de la injusticia”, como los llamaban en ese entonces. Si bien el objetivo parecía ser el mismo, Memoria Activa decidió formar una querella independiente de las instituciones comunitarias AMIA y DAIA: “Buscar verdad y justicia significaba no comprometernos con ninguna institución”, dijo.

También mencionó el trato que los abogados de la organización recibían cuando se presentaban a buscar información sobre la causa, a cargo del ex juez Juan José Galeano, imputado en este juicio. “Nos decían que en el juzgado no le daban el mismo trato que a la querella de AMIA y DAIA. Tenían inconvenientes en el acceso a la información, y, de hecho, nuestro primer abogado renunció por ese motivo”, contó.

 

Relación con la dirigencia comunitaria

Sobre la dirigencia comunitaria, expresó que con el tiempo los familiares fueron dándose cuenta de que no tenían los mismos objetivos. Y recordó una reunión con el entonces presidente de la DAIA, Rubén Beraja en la que éste se refirió a la causa AMIA como una mesa sostenida por cuatro patas que debían responder en la misma dirección. “Para Beraja, Memoria Activa era la pata que flaqueaba porque no respondíamos a lo mismo. Nosotros no recibíamos directivas de nadie” expresó. 

Además, destacó la relación que tenían los dirigentes comunitarios con el ex presidente Carlos Menem, con quien se reunieron en el año 1997 para disculparse por el discurso de los familiares en el acto aniversario, en el cual acusaron al gobierno de encubrimiento. “El presidente de la AMIA, Oscar Hansman, fue quien me llamó y me contó que habían tenido esa reunión”, expresó Lew.

 

Planteos de las querellas

Sobre el final de la audiencia, Rodrigo Borda, abogado de Memoria Activa, realizó un pedido de incorporación de prueba. Se trata del video del programa Tiempo Nuevo del 19 de julio de 1994, en el cual el ex presidente Menem y el entonces Primer Ministro de Israel, Yitzhak Rabin, brindan una “versión coincidente” sobre los culpables del atentado. Este programa fue publicado por Infojus Noticias junto con un cable de carácter “muy urgente” que recibió pocas horas después del atentado la Embajada argentina en Israel, en el cual se expresaba la importancia que tenía para el gobierno israelí, la coordinación de una “versión coincidente” del atentado.

Si bien las querellas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, la de los ex policías y la Fiscalía adhirieron a este pedido, el abogado defensor de los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia manifestó la necesidad de ver dicho vídeo con el fin de expresarse a favor o en contra del pedido de prueba.

Esa defensa se opuso también al segundo pedido de la querella de Memoria Activa, que contó nuevamente con la adhesión del resto de las querellas. En este caso, se solicitó la lectura a la declaración testimonial durante la instrucción del ex policía bonaerense Claudio Araya, quien falleció en 2013. El Tribunal deberá resolver al respecto en la próxima audiencia, en la cual está previsto que den testimonio los ex agentes de la Bonaerense, Jorge Rago y Diego Barreda.